Reserva de la Biosfera Valles de Omaña y Luna
Descubre la belleza salvaje y el rico patrimonio de la Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna, un paraíso natural en el corazón de la Cordillera Cantábrica
La RBVOyL fue declarada por la UNESCO el 29 de junio del 2005. Con una superficie ligeramente superior a las 81.000 hectáreas, a lo largo de todo el territorio se distribuyen un total de 86 localidades, pertenecientes a los 6 municipios que conforman la Reserva: Los Barrios de Luna (9 localidades), Murias de Paredes (15), Riello (37), Sena de Luna (8), Soto y Amío (12) y Valdesamario (5).
Toma el nombre de las cuencas de los ríos Luna y Omaña, conformadas por una sucesión de pequeños y fértiles valles situados en las estribaciones montañosas que unen la Cordillera Cantábrica con los Montes de León.
Visitas recomendadas:
Centro de interpretación de la Reserva (Murias de Paredes)
Si te interesa la naturaleza, la historia y la cultura de la región, este centro es una visita obligada. Es una oportunidad única para conocer en profundidad la Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna.
Se encuentra en un edificio histórico conocido como "La Casona", un antiguo palacio de los Condes de Luna, actualmente destinado a Centro de Interpretación y de recepción de visitantes de la Reserva de la Biosfera, de los Valles de Omaña y Luna y a centro cultural del territorio, recibiendo numerosas actividades programadas por vecinos, ayuntamientos y asociaciones. También se trata de un espacio expositivo en el que colaboran diferentes artistas e instituciones.
El centro de interpretación cuenta con un espacio inmersivo en el que, a través de videos, pantallas táctiles, dioramas y otros contenidos se presenta la Reserva de la Biosfera y la comarca y los visitantes pueden aprender sobre la flora, fauna, geología y cultura de esta región.
Museo del pastor (Barrios de Luna)
Rescoldo de un tiempo no muy lejano en que la trashumancia del ganado ovino marcó la vida de muchos pueblos del generoso río Luna, el Museo del Pastor encierra entre los muros restaurados de la antigua escuela de Los Barrios de Luna, la tradición pastoril de la comarca.
Todo cuanto se guarda en el museo, inaugurado en septiembre de 1997 coincidiendo con la Fiesta del Pastor, tiene que ver con los pastores y su mundo. Con su vestimenta o los utensilios ordenadamente guardados en los chozos. Con los trabajos de la lana, que recogen desde el hilado hasta las piezas tejidas reflejando el principal aprovechamiento de la ganadería ovina. Con los animales más próximos a los pastores en su trashumancia: burros que iban y venían con las alforjas cargadas, caballerías con serones, mastines y careas…
En la vieja escuela, amplia y luminosa, de Los Barrios de Luna, la nostalgia habita en forma de museo. Un museo que, creado gracias a las donaciones o las cesiones temporales, aumenta poco a poco y quiere conservar esencias de una vida en la que sonaban zumbos, aullaban lobos, olía a monte y los pastores soñaban, mirando las nubes, con el regreso a casa.
Centro de interpretación: la explosión de vida en el cámbrico (Miñera de Luna)
Los Barrios de Luna constituyen un enclave de interés geológico a nivel internacional. Desde la década de 1950, a Luna acuden geólogos y paleontólogos de todo el mundo para estudiar la valiosa información que atesoran sus rocas, que ha permitido conocer distintos aspectos de la evolución del planeta y de la cordillera Cantábrica.
El Centro se ha diseñado para hacer llegar este valioso patrimonio al público general.
Reúne varios paneles y vitrinas en los que se explican diversos aspectos de la geología local, con especial atención a la explosión de vida que se produjo en el Cámbrico. Destacable es la colección de fósiles que el centro ofrece al público.
Que hacer en la Reserva de la Biosfera: Rutas
Los amantes de la naturaleza encontrarán en la reserva un paraíso para practicar senderismo, ciclismo de montaña y observación de aves. Numerosas rutas señalizadas te permitirán explorar bosques frondosos, praderas y cauces de ríos. Además, podrás visitar pueblos con encanto, degustar la gastronomía local y conocer las tradiciones de sus habitantes